Si en los 90 trabajar en el sector tecnológico era promesa de un buen sueldo y un cierto status elitista, a principios del 2000 ya se convirtió en algo bastante más difícil tras una primera cadena de EREs. En la década de 2010 la foto ya es la de la desregulación de condiciones laborales, miles de despidos de trabajadores con sueldos dignos y una precarización e inseguridad ampliamente extendida por todo el sector.
Esta evidente depauperación ha llevado al conocido efecto rebote asociado. Aún conviviendo con el gérmen interiorizado del individualismo y el déficit de conciencia obrera, el sector ha vivido un 2012 convulso: varios días de huelgas en diferentes consultoras como Sadiel con amplios seguimientos, una lucha sostenida en HP contra los despidos, mayor participación en las 2 jornadas de huelga general e incluso una huelga indefinida en Capgemini que consiguió la retirada total de una bajada salarial colectiva, en un contexto de asambleas donde la plantilla exigió a sus comités medidas contundentes más allá de las propuestas.