Celebramos nuevamente el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer Trabajadora. En esta fecha recordamos a tantas mujeres anónimas que han construido nuestra historia, muchas veces con sangre y sacrificio. Mujeres que han entregado su vida para que la situación de la mujer y de la sociedad avanzara en pro de la justicia y la igualdad.
A pesar de ello observamos cómo el patriarcado y el capitalismo siguen sometiendo a la mujer de diferentes formas: convirtiendo su vida en mercancía, dando menos oportunidades por razón de su sexo, con trabajos precarios y mal pagados, asignándole un papel de cuidadora y de sumisión por "naturaleza". Además en nuestra sociedad mercantilizada, el trabajo oculto del hogar y de los cuidados realizado tradicionalmente por las mujeres, necesario para sostener la propia vida y realizado desde la gratuidad, no es valorado ni considerado trabajo. Sólo se reconoce cuando se le pone precio, cuando se convierte en empleo y es sometido a la lógica del mercado.
Aunque mucho se ha avanzado en materia de igualdad entre hombres y mujeres en el plano normativo, constatamos que las mujeres siguen sin estar adecuadamente representadas en muchos ámbitos sociales, laborales y políticos. Por lo que son aún necesarios avances en la igualdad de oportunidades en el ámbito laboral y la representación democrática, en la eliminación de estereotipos o en la erradicación de esa lacra que es la violencia de género. Pese a que políticos trogloditas como Toni Cantó, representante de UPyD, minimicen esta cruda realidad, llegando incluso a negarla.
Las políticas emprendidas en los últimos años (recortes sociales, reformas laborales, supresión de las ayudas a la dependencia...) han generado una precarización y flexibilización del trabajo, especialmente en las mujeres, que nos hace retroceder hasta épocas que pensábamos ya superadas. El paro no cesa de aumentar; España finalizó el año 2012 con la tasa de desempleo femenina más elevada de Europa, el 26,55% (EPA). Así mismo la tasa de desempleo juvenil, es alarmante, supera el 50% y más de la mitad se da entre las mujeres. Estas políticas son únicamente una excusa para dar otra vuelta de tuerca hacia el refuerzo y fijación cada vez más voraz del sistema neoliberal. Sistema jerárquico, sexista, racista y clasista que explota tanto a las personas como a la naturaleza con la única finalidad del enriquecimiento de unos pocos y cuya consecuencia directa es el aumento de la feminización de la pobreza.
Dedicar a todas las trabajadoras y a aquellas que ya no lo son porque han sido despedidas un feliz 8 de marzo. Compañeras tomad las calles este y todos los días del año, porque aunque se avecinen tempestades.
¡¡¡¡¡ SEGUIMOS EN LUCHA !!!!!!