La DXC de Schrödinger: Está bien y mal a la vez.

El pasado 7 de marzo, el CEO de DXC Iberia Juan Parra fue entrevistado en el diario económico expansión -> https://www.expansion.com/economia-digital/protagonistas/2023/03/07/64006a04e5fdeaae438b4584.html
 

El título ya indica el contenido “DXC: 2022 ha sido el mejor año de nuestra historia”. Ingresos estimados de 650 millones de euros. Incremento del 18% en un solo año. Mejor proveedor IT por parte de las empresas del IBEX35 por segundo año consecutivo. 1000 personas contratadas. Previsión de incrementar el negocio por encima del 10% en 2023. Inauguración de un nuevo centro de 2000 trabajadores.
 

 

Espectacular, la empresa va como un tiro. Bueno, no exactamente, la empresa va bien para forrarse y mal para repartir. En los diversos Townhalls, el mismo directivo justificaba el puño prieto en cuanto a la plantilla porque ‘el margen es escaso, hay que ser prudentes’ y básicamente que si llueve poco y nunca se sabe, pero qué gran futuro.

 

Es la DXC de Schrödinger: La mejor compañía de las TIC en España en crecimiento de negocio, pero la que está tan mal que no suelta un euro hacia su plantilla castigada por la inflación.

 

Le vamos a dar unos números también nosotros. Desde enero 2020 a enero 2023 la inflación ha sido del 12,9%. Eso equivale a un recorte de salario real de 47 días al año. La hipoteca media, además, ha subido 286€ al mes. En el último año los alimentos se han incrementado un 15,7%

 

Esta situación es insostenible, los y las trabajadoras de DXC no podemos hacer entrevistas triunfantes en Expansión de nuestra situación económica personal porque no existe. Estamos asumiendo, además, un incremento de costes de energía en nuestros hogares derivados del teletrabajo.

 

Más pronto que tarde la plantilla deberá decidir si hacer algo al respecto o seguir contemplando cómo unos se llenan los bolsillos a la misma velocidad con la que los nuestros se vacían.

 

Vayan valorando la necesidad de poner freno a la pérdida económica generalizada, que luego vienen las caras de sorpresa.