En BQ los tiempos están revueltos y las distintas informaciones que dan la mayoría de los medios no llegan a contar la realidad completa de lo que ocurre.
Es cierto que los compañeros de Rivas han sufrido un número importante de despidos. La dirección ha argumentado que todo se debe a un proceso de mejora para los clientes.
Nada podría ser más falso. Mientras se despide a compañeros alegando falta de trabajo, en portales de “empleo” aparecen ofertas para cubrir a través de empresas de terceros el trabajo que hasta ahora se hacía de forma interna. La respuesta de la empresa ante la movilización y la solidaridad obrera que ha convocado paros para forzar un cambio de la situación ha sido represaliar a los representantes sindicales.
Esto es lo que está pasando en Rivas. En Las Rozas cunde aún más la desinformación el miedo y los despidos comienzan a llegar.
La única explicación de la empresa ha sido un comunicado calcado del que han rebotado a los medios, una total falta de tacto personal y de valentía para explicar la situación real. Mientras los jefazos se han paseado por los medios para decir que hay más ventas y mayores beneficios, al mismo tiempo han permitido que se propaguen los rumores sobre una situación real muy distinta donde la empresa habría sufrido una bajada importante en las ventas. Dichos rumores nunca explicados sobre hechos concretos han venido muy bien para crear un clima de incertidumbre donde justificar la aplicación de numerosos despidos. Mientras venden sonrisas en los medios y agudeza empresarial para justificar los cambios, en el interior permiten el mal ambiente para pescar a río revuelto.
Están saliendo personas de varios departamentos de Las Rozas, aplicando amputación o cirugía según la situación de cada departamento, aplicando la censura y la coerción verbal ante las muestras de apoyo y solidaridad que se producen de forma espontánea ante los despidos.
Al fin y al cabo estamos afrontando lo que a todas luces es el fin de la paz social en la empresa y el inicio de unos meses duros donde la dirección terminará de perder la máscara de humanidad para dar paso a la aplicación de un ERE encubierto y el retorcimiento aún mayor de las condiciones y relaciones laborales de los trabajadores.
Ante esta situación los trabajadoras de BQ, ignorando las artimañas legales que convierten a la empresa en una maraña fiscal, estamos convocados a dar un paso unitario al frente y defender nuestros puestos de trabajo.
Venimos de años de crecida y grandes beneficios, si hay voluntad, por ver, no existe necesidad alguna de aplicar despidos, máxime viendo y conociendo el cariz que algunos de estos despidos han tenido.
Siendo así, estamos llamados a solidarizarnos con los compañeros de Rivas despedidos y represaliados, debemos exigir la reparación del daño causado hacia ellos y comenzar a organizarnos en nuestros centros de trabajo para revertir el miedo, la incertidumbre y la situación de precariedad.
Solo el apoyo mutuo, la solidaridad y nuestra propia acción autónoma puede salvarnos de estas imposiciones desde arriba.
Demos un paso al frente, sin miedo sin nada que perder.
Temas