Bajo el lema “Readmisión ya” trabajadores de HP Zaragoza se manifestarán el próximo miércoles 3 de noviembre a las puertas de las instalaciones que la multinacional estadounidense ocupa en la calle Isabel Sto Domingo de Zaragoza, en protesta por los despidos llevados a cabo en los últimos días. Durante la última semana de octubre el grupo HP decidió rescindir el contrato de casi 40 trabajadores en toda España; 9 de ellos en los centros de trabajo de HP en Zaragoza.
CGT denuncia su temor a que estos despidos sean solo la avanzadilla de los casi 9000 despidos en Europa que la compañía anunciase en junio de 2010. El grupo HP cuenta en la capital aragonesa con 1300 trabajadores y se ha consolidado, junto a Opel, como uno de los principales empleadores de la Comunidad Autónoma tras la compra de la multinacional EDS Corporation en 2008 y la firma Iberalbión del grupo Barclays en abril del 2010. Sin embargo las políticas del gigante informático han truncado las expectativas que el grupo EDS había puesto en su Centro de Control de Zaragoza (CCZ) y que aspiraban a convertirlo en uno de los referentes mundiales del Outsourcing informático.
Poco queda hoy de las previsiones que se hicieran para el 2010 y que constituyeron en su día la gran apuesta tecnológica del Ejecutivo Aragonés. El proyecto del CCZ, cuantiosamente subvencionado con dinero público, se debate hoy entre la deslocalización de trabajo a la India, la presencia de empresas de trabajo temporal y los despidos acaecidos en la última semana y que vienen a incrementar la inquietud de la plantilla. En vísperas del traslado de todos los trabajadores a las dependencias que el grupo ocupa en Plaza, en el edificio Plaza Barclays; la sección sindical de CGT apuesta por continuar con futuras movilizaciones que pongan freno a la política de despidos y a los numerosos problemas que los trabajadores han sufrido desde la compra de sus empresas por HP.
La congelación salarial, el impago de determinados conceptos en nóminas, la inadecuación de las categorías profesionales o las jornadas agotadoras dispuestas unilateralmente por la empresa para paliar la falta de personal son sólo algunos de estos problemas. Estas políticas, en una compañía que en su último trimestre fiscal obtuvo unos beneficios de 2300 millones de dólares, son inadmisibles. Y mucho menos cuando estos beneficios se fundamentan sobre la apuesta por mercados laborales esclavistas en Asia, y la precariedad y el miedo de los trabajadores europeos. ¡READMISIÓN YA!