El País - Guifi.net, una red de telecomunicaciones inalámbrica, libre y abierta, ha presentado un recurso de reposición contra la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. "La CMT entorpece nuestro modelo de acceso a Internet a bajo coste y podría impedir que los ciudadanos disfruten de las nuevas tecnologías y las redes de próxima generación", explica su fundador, Ramon Roca.
Guifi.net conecta a más de 10.000 hogares a través de 15.000 kilómetros de red que han ido construyendo sus participantes (ciudadanos, empresas e instituciones) desde 2004. Algunos comparten su conexión a Internet, entre ellos bibliotecas y centros de unos 100 ayuntamientos. "Son conexiones a la Red ya operativas que conectamos a Guifi.net para aprovechar mejor los recursos públicos".
La Fundación Guifi.net ha batallado desde su origen con la desinformación de las instituciones sobre las consecuencias legales de ofrecer Internet gratuito , a pesar de que suministran conectividad en zonas donde no llegan las operadoras tradicionales o proporcionan fórmulas de acceso a Internet a quien no podía pagarlo. Ahora, cuando ya están inscritos en el registro de operadores de la CMT, temen que su actividad quede en entredicho por la circular del regulador sobre la prestación de servicios de comunicaciones por parte de las administraciones, del 18 de junio. "No se ajusta a derecho, nos causa indefensión y crea inseguridad jurídica", entre otras cosas, porque obliga a las administraciones públicas a actuar según el "principio de inversor privado en una economía de mercado, pero no contempla los modelos de negocio basados en redes abiertas, como el nuestro".
De clientes a participantes
La fundación guifi.net, explica Roca, "fomenta un modelo de negocio legítimo en una economía de mercado, desarrollado de forma sostenible durante años, que ha sido debidamente comunicado a la CMT y en el que no existen clientes ni socios o accionistas sino participantes, que obtienen beneficios y recuperan su inversión ya sea en especie mediante la obtención de conectividad o mediante una reducción de costes, entre otras cosas, y que además da trabajo a mucha gente".
La Fundación está dispuesta a llevar su argumento hasta el final: "Nos decepciona la actitud de la CMT, nos gustaría que nos dejaran trabajar, pero si no queda otro remedio, vamos a defender nuestros derechos hasta donde sea necesario."