Durante los últimos años, el parlamento de la UE ha estado preparando cambios en la directiva europea sobre derechos de autor en el mercado digital. Esta reforma actualiza la directiva europea del 2001, que armoniza aspectos y excepciones de las leyes de derechos de autor a toda europa, y su objetivo clave son en términos de protección de las publicaciones de prensa, buscando reducir los beneficios hechos por plataformas de internet y los creadores de contenidos. En principio, busca fomentar la “colaboración” entre estos dos grupos y darles protección. En la práctica, sin embargo, ha encontrado una oposición considerable tanto por activistas como por varias empresas y personalidades.
De las propuestas específicas de la directiva ha ganado notoriedad el artículo 11, que quiere dar derechos de autor directamente a editores de prensa que ceden el uso de sus publicaciones junto con plataformas de Internet como a las noticias en línea, y sobre todo el artículo 13, donde los sitios web que contienen principalmente contenidos enviados por usuarios deberían hacerse responsables, en vez de los propios usuarios. Esta última propuesta exige a los proveedores de servicios la responsabilidad de evitar la disponibilidad de trabajos específicos en sus plataformas que hayan sido identificados por los propietarios de los derechos de autor, y actuar para sacarlos y que no vuelvan a circular. Como en todas las directivas de la UE, tanto las licencias como las excepciones se habrán de implementar nación a nación. (Extracto de Directiva sobre los derechos de autor en el Mercado Único Digital)
El artículo 11 es una reminiscencia del “canon AEDE” que se implantó en España en 2014. La ley incluía que Google News pagara a diversos medios de comunicación que se podían acceder a través de la plataforma, y lo que pasó fue que Google dejó de dar este servicio en el país, se dejó el canon en suspenso y se ha estado reformulando de diversas maneras, donde ninguna de ellas ha funcionado (Nuevo intento de imponer el canon AEDE: piden a Menéame 2,5 millones de euros al año) No existen garantías de que no se repita la misma situación a nivel europeo.
El artículo 13 es más preocupante, y es el que más oposición ha despertado. Para evitar la disponibilidad de trabajos específicos, actuar expeditivamente a sacarlos y demostrar que “sus mejores esfuerzos” se han hecho para evitar su disponibilidad futura, lo que en la práctica supone cumplir con los requisitos legales, implica monitorizar y filtrar todo el contenido de la red. Dejando de lado las implicaciones de esta exigencia, no existe la tecnología que realice este trabajo con precisión, por la gran complejidad que supone determinar si un contenido la incumple o no, así que para cubrirse las espaldas la única forma de cumplir con la ley será con presunción de incumplimiento para todos los casos. Las compañías que ya tienen filtros automáticos son gigantes como YouTube y Facebook, que son famosos por sus múltiples casos de eliminación de contenidos legales, cosa que apunta a que ciertos tipos de contenidos sufrirán una censura previa sistemática (la desnudez femenina es un ejemplo Facebook veta los desnudos de mujeres pero no los de hombres). Es más, las compañías que no tengan aún la implementación de estos filtros deberán cumplir con la exigencia igualmente, y esto puede provocar que muchas plataformas subcontratenla misma tecnología de filtrado que utilizan los gigantes de internet o directamente prohíban la circulación de contenidos de usuarios para evitar este coste. En cualquier caso, la eliminación de alternativas dará más poder a las compañías que ya tienen demasiado. Tras la redacción inicial se incluyeron excepciones y casos especiales donde no se aplique el artículo, pero para poder calificar como excepción, los proveedores de servicios deberían cumplir unas restricciones que no abordan el problema de dar más poder a las grandes compañías.
Es interesante también observar qué grupos de presión están a favor y en contra de este artículo. Inicialmente se presentó la oposición como grandes compañías tecnológicas que no querían perder privilegios. No obstante YouTube se acaba de posicionar a favor de este artículo (Article 13: YouTube CEO is Now Lobbying FOR Upload Filters) y las grandes discográficas son las compañías que más presión están haciendo a su favor (Legacy Copyright Industries Lobbying Hard For EU Copyright Directive... While Pretending That Only Google Is Lobbying), aparte de las compañías tecnológicas que se lucrarán con la venta de las tecnologías que serán necesarias (There Was Heavy Tech Lobbying On Article 13... From The Company Hoping To Sell Everyone The Filters). En el otro lado, el fundador de la Wikipedia y el creador de la web (Tim Berners-Lee) se han opuesto a este artículo desde el primer momento (Article 13 of the EU Copyright Directive Threatens the Internet)
Como respuesta, a nivel europeo se han convocado diversas movilizaciones: el 21 de marzo, las versiones alemana, danesa, checa y eslovaca quedaron inaccesibles (Four Wikipedias to ‘black out’ over EU Copyright Directive) y diversas webs como PornHub dieron visibilidad a la votación. También hay acciones individuales aquí: https://www.blackout21.eu/en/ El sábado 23 de marzo hay convocadas diversas manifestaciones en Europa a modo de protesta: https://savetheinternet.info/demos
La propuesta definitiva de la directiva europea se votará el 26 de marzo.
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