Un trabajador informático denunció la precariedad de estar contratado desde 2013 como falso autónomo para la empresa de soluciones digitales y de consultoría VASS. Tras reclamar un contrato de trabajo como personal de la empresa, empezó a recibir presiones hasta terminar en una denuncia por Acoso Laboral y la reclamación del contrato laboral por vía judicial.
Tras contactar con abogados “marca blanca” a principios de 2018, el demandante no consigue que estos abran demanda o denuncia ante la Inspección de Trabajo para resolver su situación laboral, por lo que, para reclamar sus derechos laborales, ha tenido que acudir a un abogado de oficio.
La demanda de Acoso Laboral está a la espera de juicio desde octubre de 2021. La “justicia” dilatando los procesos para beneficiar a los explotadores.
El demandante ha presentado pruebas que demuestran que ha estado trabajando con personas a su cargo, formando parte la estructura de la empresa, con un cargo de responsabilidad reconocido por la empresa, acudiendo a diario a su centro de trabajo, con un sueldo y un horario regular. Incluso ha presentado informes médicos con los problemas de salud que le ha generado esta situación. También ha demostrado que tras denunciar su situación, ha visto reducido su sueldo y su cargo laboral.
La respuesta de la empresa no ha sido en ningún momento la de solucionar la situación sino que, por el contrario, ha intentado que firmase un contrato que reducía sus derechos laborales. Todo esto tras generar ingresos millonarios para la empresa VASS, gracias a los contratos ofertados y realizados por el trabajador para empresas cliente como Telefónica en la que trabajó subcontratado desde el año 2000 a cargo de responsables de la propia Telefónica hasta el año 2013, otro ejemplo de cesión ilegal y prestamismo laboral que echar a la saca.
Tras la denuncia, el comportamiento represor de la empresa ha supuesto que el compañero fuera asignado a proyectos ajenos a sus conocimientos y en ubicaciones alejadas de su lugar de residencia, lo que puede suponer acoso laboral.
Es otra situación que demuestra la precariedad y el abuso de los derechos laborales de los trabajadores, llevado al extremo en el que ni siquiera las reclamaciones judiciales llevadas a cabo por el trabajador han resuelto esta situación. Mientras que las empresas se aprovechan todo lo que pueden de los resquicios legales y el tiempo de las y los trabajadores, para tenerlos en situaciones de indefensión y aprovecharse de sus recursos y capacidad, frente a personas individuales e incluso colectivos que con pocos medios, intentan hacer valer sus derechos.
En todo esto el compañero se pone en contacto hace unos días con la Coordinadora de Informática de CGT solicitando apoyo y solidaridad. Y en eso estamos, comenzando por denunciar públicamente la situación y animando a otros y otras trabajadoras de la empresa que se pongan en contacto con nosotras para informar de más irregularidades en la empresa y animando a que se organicen.