Ante la noticia publicada en el medio "El Diario.es" procedente de CCOO titulada "La precariedad y los sueldos bajos irrumpen en el sector de las TIC" nos vemos en la necesidad de hacer unas cuantas puntualizaciones.
La primera, la más clara, es que no "irrumpen" ahora. No es algo nuevo. Los sueldos bajos y los puestos de trabajo precarios llevan imperando en el sector TIC desde hace muchos años, antes incluso de esta "crisis global". No es algo nuevo que haya caído ahora al sector, como si hasta ayer atáramos a los perros con longanizas. Los sueldos de "ni-mileurista" y los contratos por obra o de autónomo son la práctica habitual desde hace años en el sector de la consultoría, especialmente en las "Software factory" que todas las consultoras "líderes en el sector" abrieron al calor de las subvenciones autonómicas en Valladolid, Salamanca, Badajoz, León...
El problema de los salarios a la baja procede en parte de la competición entre empresas de consultoría por lograr contratos cada vez peor pagados por las grandes empresas y administraciones. Esto tiene varios motivos. Por un lado las administraciones públicas llevaron a cabo una ley de "contratar al más barato" que supuso una batalla de precios entre las consultoras. Obviamente la única forma que tenía una consultora de reducir costes sin que afectara a sus márgenes de beneficio era repercutiendo esta merma en los salarios que pagaba a los trabajadores. Para ello no solo recortaron salarios a la baja, sino que "vendían" como trabajador senior a un junior que en realidad era un becario. Otro aspecto es el de las grandes empresas como Telefónica, Banco Santander y otros que han presionado a las empresas de consultoría para recortar costes de proyectos. Todo ello provocando una sucesión de despidos colectivos coordinado entre las principales consultoras como el que vivimos en 2014. Claro que hay mucha gente para los puestos vacantes. Este es el río revuelto en el que pescan AtoS, Everis, Axpe, CapGemini, Indra y las demás "líderes del sector". Con tantos trabajadores despedidos, más precariedad, unos salarios de convenio estancados en 2009, más los nuevos que van terminando las carreras, siempre habrá alguien dispuesto a trabajar por un salario un poco menor. O un mucho menor. Pero insistimos; esto no es nuevo. Y en esta parte, en la de los despidos colectivos, tiene mucho que decir Comisiones Obreras y cómo han sido una herramienta en manos de la patronal para domesticar plantillas de trabajadores mientras se aplicaban EREs, uno tras otro.
Otro de los grandes problemas del sector es la subcontratación, una herramienta de las grandes empresas para flexibilizar sus plantillas, o dicho sin eufemismos, la manera que han encontrado de poder despedir más barato y vulnerar los derechos adquiridos en esas empresas sin ser apuntados como los culpables. Además esta cesión ilegal de trabajadores se acumula en diferentes niveles y en cada eslabón de la cadena encontramos menos derechos y más precariedad. Este modelo de gestión es cada vez menos común en el mundo, pues se ha demostrado que a la larga es más caro y aporta menos calidad, pero en España nos hemos aferrado a él, probablemente porque es una buena forma de que el gestor de turnos pueda llevarse una buena tajada y porque es consustancial al amiguismo y el enchufismo que son motores de la subcontratación.
No hay que obviar, para tener una imagen global, que ahora mismo el convenio de consultoría está congelado gracias a la ultraactividad del mismo. Que hasta el año 2009, última firma, el convenio no fue más que una reedición del anterior con pequeñísimas modificaciones de las tablas salariales; Comisiones, mayoritaria en el sector, lleva dos años atascada en la mesa de negociación por una crisis interna dado que las personas que estaban negociando se negaban a firmar lo que la central sindical y la patronal querían firmar: hace un año Comisiones reemplazó a las personas que estaban en la mesa, todas del sector TIC, por otras del sector bancario, más dóciles con las decisiones de la cúpula sindical. Sobre la mesa estaba no solo la congelación, por décimo año consecutivo, de las tablas salariales, sino la pérdida de derechos adquiridos como la antigüedad, la jornada intensiva o la limitación legal de las horas extra.
La informática hace mucho tiempo que no es sector llamativo. Las carreras universitarias pierden alumnos año tras año porque se conoce bien cual es la realidad del sector TIC en España. Escasa innovación, mucha subcontratación, mucho trabajo de "peón" sin posibilidades de crecer en lo profesional y lo tecnológico y condiciones a la baja. El sector TIC no es, en su mayor parte, un sector innovador. La mayor parte es puro y duro servicio a empresas matriz de los sectores bancario/seguros y de telecomunicaciones.
La solución a esta situación pasa, a nuestro modo de ver, por la concienciación y movilización de las personas que trabajamos en el sector TIC. Los porcentajes de afiliación en el sector son muy bajos y se ha demostrado, por movilizaciones pasadas, que si los trabajadores y trabajadoras quieren, la empresa se tiene que sentar a negociar. Es la única forma en que se han parado agresiones como recientemente en HP o Atos.