El año 2012 no ha sido un año más en nuestro sector profesional. Podemos afirmar que ha sido el año en el que este sector ha dado un golpe sobre la mesa. Un golpe fruto del hartazgo, un golpe que significa un claro "hasta aquí hemos llegado,” pero que si bien no ha sido general, sí ha alcanzado importancia. Ya no es una semilla que se ha plantado. Las movilizaciones de este año son el fruto que ha madurado. Es, en efecto, un punto de inflexión.
El año empezó con el decretazo del 30D con el que este gobierno despótico se inauguraba en su cargo. Un primer ataque al que se sumarían dos nuevas reformas laborales: más precariedad, despido más barato y más facilidad para deteriorar las condiciones laborales por parte de la patronal y los empresarios. Todo contra los trabajadores y trabajadoras.
Pero el año también empezó con dos movilizaciones cargadas de compromiso: en Sevilla los trabajadores de Sadiel, consultora que tiene como cliente importante a la administración pública andaluza, comenzaron el año convocando una huelga de una semana contra las condiciones laborales. La otra lucha, que ya venía de 2011 y que se ha prolongado durante todo el año con huelgas incluidas, ha sido la de los compañeros y compañeras de Hewlett Packard en Barcelona, Zaragoza y Oviedo.
Las movilizaciones contra los despidos en HP han estado presentes todo el año a base de manifestaciones, presencia en actos públicos con pancartas voladoras, concentraciones frente a las tiendas de la marca en todo el estado y campañas en internet. La vía judicial y la vía de las movilizaciones no son excluyentes sino complementarias. Eso es algo que ha quedado claro a lo largo de todo el año.
Y llegó el 29-M, huelga general. Primera del año que contó con un aumento de la participación respecto de la anterior de septiembre de 2010. En esa huelga pudimos ver un repunte claro de participación en nuestros centros de trabajo. Un primer paso que ya marcaba lo que está siendo este fin de año: un despertar.
Los EREs han sido una constante. Desde poco después de aprobarse la reforma laboral, que abarataba y hacía prácticamente libre la realización de los despidos masivos de empleados, las empresas no han tenido duda en aplicarlos. La primera grande fue Capgemmini el mismo mes de marzo. Detrás han venido AtoS, Alten, Ibermática ...
Las primeras respuestas a los EREs fueron muy descafeinadas cuando no, directamente, de firma y claudicación llamando “al mal menor”. Sin embargo el cansancio ha hecho mella y a finales de año hemos presenciado movilizaciones y convocatorias de huelgas indefinidas en empresas de consultoría contra los EREs. La mecha estalló en Capgemini con el segundo ERE del año y la aplicación de un artículo 41 de modificación sustancial de las condiciones laborales. Los trabajadores se plantaron: huelga indefinida en varios centros. Los clientes vieron que se les venía el mundo encima y presionaron a la empresa para que retirara el artículo 41 y parara el ERE. Una victoria apoteósica. Detrás de los trabajadores de Cap han venido los de Alten, que hace unos días han convocado otra indefinida para principio de enero.
Este año también ha sido el de las movilizaciones de la coordinadora de informática de CGT. No solo hemos participado en asambleas del 15M para informar sobre nuestra lucha contra HP y otras empresas depredadoras, también nos hemos manifestado contra la situación de nuestro sector. ¡Y dos veces! ¡¡Y en varias ciudades!! Lo importante ha sido constatar que la movilización ha ido de menos a más y que ha tenido apoyos entre los trabajadores del sector, afiliados y no afiliados. Hemos dejado claro, nuevamente, otro año más, que nuestra actividad no es “la normal” sino la que debería ser: movilización, protesta y lucha. En la calle y en internet.
Manifestaciones en tres ciudades, en junio y septiembre, presencia frente a centros de trabajo contra los despidos, frente a tiendas en protesta contra las actuaciones de las empresas, en la puerta de los clientes... concentraciones en solidaridad con trabajadores, independientemente de que tuviéramos o no presencia en la empresa, colaboración en redes sociales con las movilizaciones en HP, Capgemini, AtoS, Alten, Sadiel, CGI, Yoigo...
Y victorias, victorias importantes como la de la absorción de la antiguedad, que ha obligado a varias empresas a pagar, como la ley les obliga, los pluses y trienios que estaban absorbiendo de otros complementos de la nómina. O demandas como la que va a suponer a Yoigo e IcNet un expediente por cesión ilegal de trabajadores.
Está claro que el 2012 no ha sido un año normal. Los trabajadores y trabajadoras de informática hemos salido a la calle contra lo que es injusto. Nos hemos movilizado como nunca antes y sabemos que va a ir a más. Porque queremos que vaya a más. Nuestros derechos, nuestros puestos de trabajo, tienen que ser defendidos. No es tiempo de pactos y de negociaciones. No cabe negociación con el que roba y condena a la precariedad y la indigencia a miles de personas. Nos hemos movilizado y lo seguiremos haciendo. Hemos despertado de un larguísimo letargo y hemos tomado conciencia de que somos trabajadores y que debemos luchar por nuestros trabajos. Debemos luchar. No podemos permitirnos quedarnos mano sobre mano frente al monitor.
Como decía José Antonio Labordeta, tal vez ni tú ni yo ni el otro lo lleguemos a ver, pero habrá que ir tirando para que pueda ser.