Icnet consulting se presenta a sí misma como una empresa de consultoría tecnológica y de negocio, lo que interpretado dentro del contexto español, equivale a decir una consultora más, prácticamente desconocida, en un sector muy fragmentado.
La empresa llegó a tener cerca de 300 empleados, pero en 2010 vivió una época de luchas internas entre socios, tras la cual estuvo a punto de desaparecer de no ser "rescatada" por el grupo Birchman, multinacional especializada en soluciones SAP, que también había absorbido anteriormente a Plaut España. Desde esa absorción sólo se han contratado trabajadores con la marca Birchman, de forma que la plantilla cuenta con menos de 100 personas.
Icnet/Birchman es una más de las consultoras pequeñas y medianas, denominadas comúnmente "charcuteras" o “cárnicas” por los trabajadores del sector. Esto es debido a que son ETTs apenas maquilladas, que se dedican a vender por horas a sus empleados a otras empresas como si éstos fuesen un producto más (algo ilegal), y asociándoles un precio según su categoría profesional, muchas veces inflada a través de un curriculum muy retocado.
Las prácticas habituales de este tipo de empresas son la subcontratación, escaso contacto con la plantilla, a la que se ofrece muy poca o nula formación, horas extras no remuneradas, desprecio a la normativa laboral, presiones hacia los representantes del comité de empresa y arbitrariedad en la política salarial y en general en el trato al empleado.
De todas estas características, la más reconocible es la subcontratación, que es precisamente el origen del epíteto charcuteras, empresas que se dedican exclusivamente a ceder personal a otras compañías, para clientes que deciden conscientemente no contratar directamente. Este panorama se complica cuando a su vez la charcutera subcontrata a otras charcuteras y se forman interminables cadenas de subcontratación a lo largo de las que se va dilapidando la caja en cada intermediario hasta llegar al trabajador una parte mínima de lo que produce.
En el caso concreto de Icnet/Birchman la cesión alcanza a casi la totalidad de la plantilla actual. ¿Qué valor aporta una empresa de este tipo? Es evidente que el único valor está en los trabajadores. En cambio, ésa no parece ser la visión de la dirección cuando la respuesta ante un consultor que queda desasignado es despedirle en el corto plazo.
Desde la Coordinadora de Informática de la CGT nos hemos propuesto denunciar y combatir las peores prácticas del sector. Para el caso particular de Birchman/Icnet hablamos de cesión de mano de obra práctica vetada para cualquier empresa que no sea formalmente una ETT. En términos legales se denomina cesión ilegal de trabajadores. También denunciamos coacciones hacia la plantilla, por ejemplo presiones para gastar días de vacaciones en fechas no planificadas y a menudo para abaratar el finiquito, trato despectivo hacia los trabajadores, eliminación de beneficios sociales, nula actividad formativa y despidos a última hora de la tarde, incluso los viernes en el que se invita al resto de empleados a abandonar la oficina con anterioridad para que no sean testigos del despido.