¡RÍNDETE YA, MARCOS!

Nunca imaginó la mayor multinacional española que realizar un ejercicio de prepotencia, uno más, le iba a suponer la reacción decidida y creciente que se ha desencadenado desde hace ya dos años.

Octubre de 2010. Pasadas unas semanas de la Huelga General del 29-S y a pocos meses de la aprobación de la, hasta entonces, peor Reforma Laboral desde la dictadura, Telefónica aprieta para que los sindicatos firmen un convenio acorde a sus intereses.

 

Ante la negativa de éstos amenaza, recogido en actas, lo siguiente: Si este convenio no se aprueba, se pondrán en marcha las 'oportunidades' de la Reforma, haciendo mención explícita a los despidos por bajas médicas.

 

Los sindicatos no ceden al chantaje y, efectivamente, la empresa cumple con lo anunciado: Pasado un mes del vencimiento del convenio, al más puro estilo mafioso, ejecuta a dos personas por haber tenido bajas médicas. Con ello, lanza dos mensajes. A los sindicatos: no tenemos piedad, no nos dais miedo, perded toda esperanza con nosotros. Al resto de trabajadores: quién se pone enfermo, acaba en la calle.

 

Una vez aterrorizada la plantilla, las ausencias por bajas médicas se reducen espectacularmente. Muchos van a trabajar enfermos o con dolores y más millones engrosan los números de una compañía que presentó ese año beneficios récord de 10000 m. de €. En plena Crisis.

 

Se realizan varias huelgas y manifestaciones. La empresa aguanta, controla los medios de comunicación para que no salgan noticias,mientras que la red de subcontratas que ha montado permite que no se vea parado su servicio.

 

Los dos trabajadores represaliados recurren su despido, consiguiendo en un caso un reconocimiento de improcedencia que no es recurrido ya que la persona no quiere seguir luchando. Cayó en una depresión. El otro caso, Marcos Andrés Armenteros, consigue la nulidad por razones sindicales y de aplicación retroactiva de la ley, incorporándose al trabajo.

 

Pero Telefónica no acepta medias tintas. Tiene que aplastar a la hormiga para que el mensaje sea nítido: aquí no se cede ni un milímetro. Recurre la sentencia hasta que una jueza realiza una 'interpretación creativa' que convierte el despido nulo en improcedente, Marcos acaba en la calle de nuevo.

Tres vías se abrían ante el despedido. El primer camino, el del agotamiento, el del punto final, el de rehacer tu vida y aceptar que Telefónica era, efectivamente, demasiado poderosa: coge la indemnización y abandona.

 

La segunda opción, buscar la carambola legal recurriendo la nueva sentencia: Supremo, Constitucional, ¿Europa?. 5 años de olvido, con escasas posibilidades.

 

Después de unos días de reflexión, en palabras de Marcos: “Vivimos momentos históricos, momentos en que se han de dar pasos al frente, arriesgar y luchar por lo que lucharon los que nos precedieron, contra todo lo que nos quitan: la dignidad de ser humanos.”

 

Marcos abandona la vía legal, planta una pica en el suelo y comunica la decisión a sus compañeros de sindicato. Será acompañado en esta nueva fase. Las protestas ante Telefónica se suceden a pesar del total control mediático que ejerce la multinacional; las redes de solidaridad siguen creciendo. No se trata ya de una lucha por una readmisión, sino de una enmienda a la totalidad: Ninguna empresa, ni la más poderosa, va a tratar impunemente a ningún trabajador como mera carnaza productiva.

 

 

El día 6 de Noviembre de 2012 se da un salto cualitativo: Marcos Armenteros y 5 compañeros de Telefónica inician una huelga de hambre indefinida contra los despidos por bajas médicas y la readmisión inmediata.

La Huelga de hambre dura 23 días seguidos, hasta el punto en que los médicos que les monitorizaban alertaron de posibles lesiones permanentes, o incluso la muerte, si continuaban. 23 días de manifestaciones, concentraciones y masivas acciones en la calle y en la red.

 

Siendo cierto que Telefónica controla los medios convencionales, en esos días se demostró que las redes sociales son hoy lo que la selva era antes para cualquier guerrilla: Terreno dominado por la insurgencia. Durante varios días se realizó una fuerte presión sobre la imagen corporativa de la empresa consiguiendo varios Trending Topics (lo más hablado y visto en Twitter) con los hilos #MovistarNosEnferma #HuelgaHambreTelefonica y #MovistarNosMata.

 

El teléfono de atención al cliente de Telefónica quedó colapsado con quejas y peticiones de baja. Los directivos empezaron a notar la presión cuando se requirió que todo aquél que conociera trapos sucios los hiciera llegar (¿quién de ellos no los tiene?). Fruto de esos nervios, lanzaron varios artículos en prensa afín donde calificaron a los responsables como 'chantajistas sociales' ante los que, evidentemente, no había que ceder.

 

La interlocución de algunos partidos del Parlament con el responsable ejecutivo de Telefónica en Catalunya, Kim Faura, se encontró con el mismo muro. El pulso se mantenía. Esas navidades, Movistar dedica un millón de euros suplementario en publicidad para recuperar la maltrecha imagen de empresa sin escrúpulos.

 

Y en febrero de 2013 llegó el Mobile World Congress a Barcelona, el principal escaparate de las grandes telcos ante el mundo, todo el sector pendiente de esas fechas. Telefónica era perfectamente consciente de lo que se iba a encontrar y se preparó para ello.

 

Durante los 6 días de feria, 15 personas se pusieron en Huelga de Hambre contra los despidos por bajas médicas y por la readmisión de Marcos. Nuevas concentraciones, huelga y manifestaciones ocultadas en los diferentes medios mediante el rutinario control de la principal inversora en publicidad del estado, con intereses de inversión en muchos de ellos.

Las protestas en redes sociales pasaron a ser batalla total. #MovistarNoosIndignaUnRato #StopCrueldadMovistar y #MarcosReadmisión volvieron a ser lo más hablado en Twitter durante 3 días, mezclando mensajes en los hashtags de la feria en diversos idiomas. Mientras, el muro de facebook de la multinacional era una gran pintada pública contra el despido. El directivo Kim Faura no soporta la presión y se da de baja de Twitter.

 

Siendo todo ésto suficientemente relevante, las alarmas saltaron cuando otro Hashtag pasa a ser también trending topic #PalabrasNeciasMovistarSorda donde centenares de mensajes difamatorios hacia Marcos se escribieron justo en el momento de la primera acción de protesta.

 

Como demostró la Coordinadora de Informática de CGT y el especialista TIC Alejandro Amo, todo resultó ser una burda manipulación social centralizada en un mismo origen, mediante el uso de perfiles falsos que simulaban ser personas reales, en muchas ocasiones suplantando imágenes e identidad.

El rastro seguido por la red lleva a Alejandro Amo hacia varias empresas de Social Media que utilizaban una infraestructura y medios construidos con suma complejidad, incluyendo portales de noticias falsos.

 

Una acción sincronizada, con tantos mensajes diferentes creados 'ad-hoc' y un cierto nivel de información previo para diseñar las mentiras, indicó una planificación en la realización de este desastroso contraataque social. Fue un grito público de cómo llegaba a estar preocupada la empresa por el continuo desgaste realizado.

 

La difusión de la sucia manipulación social generó todavía mayor indignación entre una ciudadanía cada vez más conectada a circuitos alternativos que a los clásicos del siglo pasado: Explotó el conocido 'efecto Streisand'.

 

Finalizó el Mobile World Congress con la sede de Telefónica de Plaça Catalunya atacada por 30 encapuchados con martillos y bolas de pintura, en el marco de una manifestación estudiantil.

 

Telefónica sigue envuelta en la trampa que ella misma se tendió: Lo que inició como una demostración de fuerza se le ha vuelto en su contra. Los directivos responsables siguen interpretando que en este envite no pueden permitirse ceder un milímetro, aunque desean que acabe. Por otro lado, si no finalizan el conflicto de forma rápida, éste se va a enquistar y seguir creciendo y creciendo.

 

Y eso, en tiempos en que la tensión social alcanza máximos, tiene un nivel muy alto de riesgo y coste.

 

Marcos, y toda la red creciente de apoyo, simplemente no se va a rendir nunca.